jueves, 8 de noviembre de 2012

ACERCA DE LA TELEPATÍA


La confusión entre clarividencia y telepatía es lógica. Antes de que el término fuera acuñado en el siglo XIX, se creía que el telépata era simplemente un adivino capaz de dilucidar el futuro. Así, la historia está llena de personajes que en algún momento oyeron voces en su cabeza que les advertían o les conminaban a algo. Un ejemplo lo tenemos en el rey de Siria, que le fue revelado el nombre del espía que amenazaba su seguridad. Encontrándose el traidor a miles de kilómetros de distancia, era capaz de leer su mente y avanzarse a sus planes.

Lo cierto es que el telépata no adivina nada. Sólo "lee" mentes sin importar la distancia a la que se encuentren. Muchos son los casos de aparente clarividencia en situaciones en que un familiar o amigo al que estábamos muy unidos ha muerto y caemos, si conocer aún el trágico suceso, en un estado de depresión y tristeza. En muchos casos, al afectado no le sorprende en absoluto la noticia de una defunción, puesto que su mente ya la había percibido.

Muchas veces se ha atribuido también una falsa telepatía a lo que sólo es una hiperagudeza sensitiva. Determinados hombres o mujeres han nacido con los sentidos más desarrollados que sus coetáneos, por lo que pueden oír o ver, sin darse cuenta, más allá de lo normal.
Un término relativamente nuevo
La presentación en sociedad del fenómeno, la teoría de que existen más de cinco sentidos, se produjo a raíz de una visita del catedrático de Física William Barrett, experto en experimentos mesmerianos, a un amigo suyo. Le mostró un niño que podía sentir y saborear cosas que era imposible que pudiera conocer. Llegaron a la conclusión que podía "leer" sensaciones y pensamientos que no eran suyos. Corría el año 1876 y la teoría fue expuesta ante la comunidad científica, que la acogió con verdadero escepticismo.

El investigador Myers, posteriormente, fue el que definitivamente bautizó este "nuevo" fenómeno con el nombre con el que hoy lo conocemos. Definió así a la telepatía: "La comunicación de impresiones de cualquier tipo de una mente a otra que se realiza con independencia de las vías sensoriales comunes".

A partir de entonces, muchos casos empezaron a sucederse, la mayoría confundidos aún con la adivinación o clarividencia. Pero el interés despertado en muchos investigadores comenzó a dar sus frutos. Uno de los primeros casos probados y famosos fue el del pastor Warburton. Este canónigo inglés llegó a casa de su hermano en Londres a pasar unos días. Encontró una nota que le comunicaba que había ido a un baile y que volvería tarde. Warburton se adormiló y "soñó" que su hermano tropezaba en el baile con las escaleras y casi se mata. Cuando llegó el hermano, lo hizo magullado por una caída que había sufrido en las escaleras del baile.

Otro fenómeno ligado a este son los "sueños compartidos". Los protagonistas comparten una misma experiencia onírica o al menos sorprendentemente similar y en el mismo espacio de tiempo. Suele darse sobre todo entre miembros de la misma familia, mayoritariamente hermanos, mucho más si son gemelos.

¿Eres telépata?
Es posible que seamos más sensitivos de lo que pensamos y que atribuyamos a la intuición o la buena suerte las partidas ganadas al Trivial Pursuit. Sin embargo, lo que estamos haciendo realmente es leer las mentes de otras personas.

Vamos a proponer ciertos ejercicios de fácil puesta en práctica en nuestro hogar que, además de divertirnos, puedan dilucidar si alguien que conocemos, o nosotros mismos, tiene un sentido más que el resto de los mortales.

1. Reúne a un grupo de familiares o amigos y haz que decidan un tema mientras tú esperas a que acaben y te llamen para que intentes adivinarlo mediante pistas. Las reglas son sencillas, si adivinas fácilmente lo que todos están pensando tras muy pocas pistas (o ninguna) y lo haces determinadas veces, que desestimen pensar en una inusitada buena suerte, quizá puedas leer mentes.


2. Otro juego muy utilizado es el que consiste en que una persona te enseñe el reverso de una carta y tú intentes adivinar cuál es. Recomendamos empezar con pocas cartas, por ejemplo los cuatro reyes de la baraja española.

3. También será muy divertido, aunque no seamos telépatas, sentarnos en un sitio cómodo y silencioso con una persona de confianza, frente a frente, e intentar saber qué pasa por su mente tras acordar que enfoque un solo pensamiento que intentaremos captar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario